«Quizá el mejor propósito que nos podemos plantear para el 2025 sea ir incorporando esta actitud ante la vida e ir aprendiendo a saborear la existencia«. Así lo asegura la profesora Ianire Angulo en un artículo, en el que invita a tomar en cuenta la siguiente frase al pensar en los propósitos para este año nuevo: “La única felicidad del hombre consiste en disfrutar de lo que hace, porque esa es su recompensa” (Ecl 3,22). Lo dicho en Eclesiastés -asegura Angulo- nos llama a «tener claro cómo lo que da valor a la existencia es disfrutar de lo cotidiano, gozarse en las pequeñas cosas y dejar aquello que nos estresa y no compensa para apostar por lo que nos satisface por dentro».
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