Estudiantes neurodivergentes

A las personas diagnosticadas con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), se les puede describir como “aquellas que poseen un estilo de atención diferente, una atención difusa”, o también con una “atención divergente”. Anaid Reyes Hernández explica en un artículo que el movimiento que promueve el concepto de neurodiversidad busca cambiar el foco de las connotaciones negativas de conducta de estos estudiantes, o asociadas con “discapacidad”, para trasladar la mirada a sus atributos positivos como su creatividad, capacidad para pensar alternativas, múltiples ideas e innovar. En ese sentido -asegura- el ambiente escolar es fundamental para que una persona neurodivergente pueda desarrollarse sin tantas dificultades y sus habilidades puedan ser potencializadas. Si todos los niños y niñas requieren de un andamiaje de hábitos, rutinas y prácticas para su desarrollo, en el caso de los estudiantes neurodivergentes, el andamiaje debe ser reforzado. Para Anaid Reyes, el objetivo desde la escuela es procurar ambientes que valoren la diversidad en el aprendizaje y liberen a los niños de etiquetas (flojos, distraídos, parlanchines, mal portados) que solo minan su motivación, el ánimo y la autoestima.

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