Una cultura de la cordialidad

Reconstruir el orden del amor y fomentar una cultura de la cordialidad implica recuperar el concepto clásico de ‘paideia’, que no es solo instrucción, sino que implica forjar aptitudes teniendo en cuenta todas las dimensiones de la persona: una educación integral. Para el sacerdote agustino Antonio Carrón, es un reto que tenemos a nivel personal y social que, de manera especial, deberá tener incidencia en el ámbito familiar, educativo y evangelizador. “Tenemos la posibilidad y la responsabilidad de ser promotores de cordialidad para potenciar el orden original”, asegura. Estamos llamados a recuperar esa cordialidad y promoverla en el mundo. La palabra cordial procede del latín ‘cor’, ‘cordis’, que significa ‘corazón’, ‘esfuerzo’, ‘ánimo’, y se aplica a todo aquello que tiene virtud para fortalecer el corazón.

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