La protección del menor en la escuela

Proteger al menor es un deber intrínseco a la labor de la educación. Cada entidad desde su identidad debe ir desarrollando ese contexto que propicie la citada protección. La existencia de protocolos claros de actuación y la formación constante de los educadores son clave para garantizar esa protección. «Es necesario que la formación en torno a la protección del menor se abra paso en nuestras agendas». Las nuevas formas de abuso, las nuevas realidades sociales y familiares y los cambios en la sociedad obligan a una constante actualización en todos los ámbitos. Para Fernando Casas «un deber inexcusable de todo educador es su compromiso por la defensa de los derechos del menor. Hagamos entre todos que esto no sea una moda, sino un compromiso real y explícito».

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