La ética del cuidado

Un cambio de paradigma es clave en este momento, nos dice Luis Aranguren; una nueva forma de ver y ordenar la realidad. Nos llama a vivir bajo la ética del cuidado; es decir, cuidarnos a nosotros, cuidar al otro, cuidar el lugar en donde vivimos. En pocas palabras, cuidar la vida. Esto tiene implicaciones biomédicas, por ejemplo, en donde se busca que esté al servicio de la sanidad universal en lugar de crear competencia. Implica ayudarnos mutuamente y ser solidarios. Significa pedir perdón y ofrecerlo, reconciliarnos. La ética del cuidado llega hasta la educación, llevándonos a repensar sus fines y los sitios desde los cuales educamos. Se trata, como explica Aranguren, de un despertar en tres aspectos: un despertar espiritual que va más allá de las religiones, un despertar político que va más allá de las instituciones y un despertar ciudadano que va más allá de la ciudadanía global.

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