Educar al profesional cristiano

La educación del profesional cristiano debe incluir valores éticos y humanos. En un artículo el doctor Enrique Lluch señala que el profesional cristiano debe priorizar a las personas sobre sus propios objetivos y poner por encima de todo la coherencia en sus actuaciones, sus compromisos y sus convicciones personales. Asimismo, estos profesionales deberán comprometerse por la construcción del bien común y reconocer “que no lo pueden construir solos y que no siempre tienen toda la verdad o todo el acierto, por lo que están dispuestos a dialogar con los otros”. Lluch advierte que de esta manera, “un servicio de la Iglesia a la sociedad y una parte de su labor, es educar a personas que ejerzan su trabajo de esta manera”. Lluch considera que las escuelas católicas deben tener “esta manera de entender el trabajo”, pues «es la mejor para el propio alumno y también para la sociedad, que es parte de la buena noticia que el cristianismo da a las personas en la sociedad actual”.

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