Amor a la educación

Cuando alguien enseña de forma amorosa lo que es la física, la química, la biología o cualquier otra ciencia o conocimiento, “nos abre a una experiencia en la que podemos sentir la simpatía del mundo”. El escritor Andrés García reflexiona en torno al amor y el conocimiento, que afirma la posibilidad de reunir ambas cosas es lo que hace que la caída se vuelva algo vital y trascendente. Conocer -dice- es lo mismo que amar cuando nos permite vernos a nosotros mismos y a los demás como un fin y no como un medio para algo. Hablar de educación -asegura- sin hablar de amor, es algo imposible.

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