Un espacio para el juego

Tener un espacio en la escuela dedicado al juego activa la curiosidad de los estudiantes. En un artículo publicado en la página de internet de Edutopia hablan del caso de una escuela en Escocia, donde habilitaron un viejo pasillo como espacio para el juego de los alumnos. A dicho lugar lo denominan el “Corredor de construcción” y cuenta con pizarrones y plumones, algunos juguetes como helicópteros, piezas grandes y chicas de madera para formar estructuras o para usarlas como pistas de carritos, plastilina y masa moldeable, etcétera. De acuerdo con las profesoras que han dispuesto el espacio para los estudiantes de primaria, el lugar “se ha convertido en un tesoro de recursos donde los estudiantes construyen, crean y exploran nuevas ideas”. Aunque aclaran, este espacio solo se puede usar por un tiempo programado cada semana. Durante el tiempo que dedica el alumnado, las maestras están pendientes de observar y anotar las cosas que les llaman la atención a sus alumnos, para luego abordarlo en el aula o usar esos datos para hacer su planeación.

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