La Pascua y el sentido de la vida

La Pascua es un tiempo para valorar el sentido real de la vida y para descubrir la novedad, “siempre nueva, de la Resurrección de Jesús y su efecto en la vida de cada uno”. Así lo afirma el profesor Rixio Portillo, quien considera que una forma de vivir el misterio de la Pascua es reconocer el don de la vida, de la novedad que trae Jesús, de la compañía y hermandad que se desprende de su Resurrección, de la victoria sobre el mal y la muerte. Es tiempo –asegura- de saber que si estamos en duelo podemos pasar a la vida, y que, si no sentimos el dinamismo vivificante del resucitado, podemos reconocer en sus llagas, el dolor de nuestras penas. “No estamos solos con las cargas”. Es tiempo de ver –dice- que Dios nos ama, que es vida, y nos entrega, con su vida, la vida que no se acaba, la vida de la gracia, de las cosas buenas, de las cosas nuevas, de la risa sobre el llanto, de la alegría sobre el luto y de la hermandad sobre la enemistad.

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