Familias resilientes

Las familias, como núcleo de la sociedad y primeras educadoras, deben ser espacios en donde el cuidado, la confianza y la resiliencia reinen. En esta nota que escribe Claudia Orozco para el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, nos advierte sobre dos extremos peligrosos. Por un lado, la sobreprotección, en la que los miembros de la familia no pueden desarrollar su autonomía. Por otro lado, la rigidez, en la que las relaciones familiares son poco solidarias. Cuidar de la familia, nos anima, implica crear un sistema abierto que aprenda del medio, pero que pueda cerrarse cuando haya mucha adversidad. En la familia debe haber cohesión y roles claros para fomentar un sentido de pertenencia entre todos.

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