Familia, escuela de amor

La persona experimenta en la familia que la vida es un don, es así que la familia se convierte no sólo en escuela de amor sino en promotora del amor. En un artículo, el doctor Marco Antonio Lôme habla de la herencia de San Juan Pablo II: el Papa de la familia y señala algunos conceptos con base en el pensamiento de Juan Pablo II. Apunta que es en la familia donde la persona encuentra el lugar idóneo para aprender y realizar su vocación al amor: «la auténtica felicidad del amor». Asimismo, refiere que toda persona puede resumir ese anhelo y deseo de ser feliz en “amar y ser amados”. Y el lugar adecuado -dice- es la familia, porque es allí donde la persona puede encontrarse a sí mismo en el sincero don de sí: encontrarse a sí mismo, quererse a sí mismo y darse a sí mismo. «La familia es una tarea y una labor de todos los días, porque no se puede descansar de amar. La familia todos los días se nutre de amor».

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