Enseñanza de las ciencias
Para enseñar ciencias a nivel de la educación básica es necesario establecer «buenas prácticas indagatorias que mejoren la relación que tanto personas adultas como infancias tienen con esta área de conocimiento«. Así lo afirma la profesora Alejandra García Aldeco, quien considera que la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias debe extenderse más allá del ámbito escolar, «no sólo constituye un fin en sí mismo para la adquisición de conocimientos, sino también es una vía para la formación de una ciudadanía consciente y comprometida con su entorno». La profesora comparte tres herramientas para una mejor enseñanza de las ciencias:
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Didáctica de la ciencia. Consiste en generar un ambiente de aprendizaje de confianza, donde el error es esperado y bienvenido. En la interacción -refiere la profesora García- hay genuina escucha e interés de las personas adultas hacia las infancias. Se realizan preguntas para «incentivar la reflexión y promover situaciones que permitan contrastar, inferir y desechar o ampliar información».
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Proyectos. El aprendizaje basado en proyectos -señala García- favorece la construcción de saberes significativos. El diseño de proyectos integra actividades secuenciadas donde se presentan hipótesis, se plantean preguntas y formas de contestarlas. También se pueden efectuar experimentos.
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Método indagatorio. La indagación se fundamenta en el contacto directo con la realidad para cuestionarla. Las personas adultas deberán ser las guías que proporcionen oportunidades para que las infancias observen fenómenos y realicen reflexiones que vayan de la mano con los conocimientos científicos. Se pueden realizar experimentos.
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