Educar con esperanza
No hay nada que pese más que la esperanza en el día a día de los docentes que ven en cada alumno un ciudadano del futuro, afirma el profesor Raúl Molina. En su reflexión manifiesta que muchos de los alumnos andan por la vida como andan por la escuela: mal agarrando el lápiz para trazar a duras penas un futuro que no les interesa. “¡Cuántas veces nos descubrimos desalentados, pensando que nuestra tarea no conseguirá cambiar nada!… En ese desaliento nace nuestra esperanza”. Raúl Molina señala que parece que el capricho de la esperanza no es echar raíces en un futuro alentador, sino en un presente desconcertante, en la tarea no siempre llevadera.
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