Aprender jugando
Andrés García Barrios reflexiona sobre la idea del aprendizaje como ocio y juego que se hace por gusto y no por deber. La escuela es ese lugar comunitario al que uno va a aprender y se nos revela si atendemos a la etimología de la palabra: escuela, que viene del griego scholé que significa ocio. Lo cierto es que la idea de que aprender es una forma de descanso, de lo no obligatorio, no sólo aplica para aquella ociosa escuela antigua, sino también para el ritual actual, que igualmente conserva un fondo de “lo que se hace por gusto y no por deber”. Aun cuando el aprendizaje escolar tiene connotaciones de trabajo e incluso de trabajo arduo, en su esencia cabe siempre un trasfondo de descanso y diversión. En nuestro afán por convertirlo todo en algo útil, los humanos modernos seguimos tratando de descubrir las leyes del juego y construir a partir de ellas una herramienta educativa.
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