Educadores con empatía
No se puede educar sin empatía. Pero es preciso entender a qué nos referimos por este término que es, sin duda, complejo. En su artículo, Héctor Sampieri nos lleva a reflexionar que la empatía es mucho más que “ponerse en los zapatos del otro”, sino sintonizar cognitivamente con sus experiencias emocionales. Sin esto, es imposible que nuestro educando se sienta acompañado. Tener empatía con el otro implica no minimizar lo que el otro siente ni querer que supere esas emociones, sino reconocerlas y hacerle saber que estamos allí para él o ella. En su artículo, Sampieri nos da varios consejos sobre cómo podemos lograrlo. Por ejemplo:
- Demostrar interés auténtico por la otra persona.
- Evitar juicios y críticas.
- Manifestar esa sintonía parafraseando lo que nos dicen.
- Descubrir la emoción dominante.
- Crear un contexto de apoyo.
Puedes leer más sobre cómo lograrlo aquí.
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