Amar y escuchar

«Saber escuchar al otro es amarlo, es transmitirle que es importante para ti, es mirarlo y decirle ‘ábreme tu corazón’. Ten la seguridad de que escuchar y empatizar con los demás es amar intensamente, es amar con todo el corazón». Así lo señala el misionero Alan Lugmania en un artículo en el que destaca lo esencial de que los padres formen a sus hijos en la importancia de expresar sus deseos, emociones y miedos. «Deben enseñar que no es necesario querer llamar la atención, que son libres de expresar lo que sienten y anhelan». En ese sentido, menciona que en la relación entre padres e hijos, los padres deben hacer sentir a sus hijos que están en un lugar seguro donde serán escuchados y atendidos. Expresar lo que sentimos -añade- es algo importante en todos los aspectos de nuestra vida. «Es necesario, pues, siempre recordar que expresarnos es sanador, que decir lo que sentimos y pensamos es el paso inicial para descargar nuestro corazón». Por ello aconseja: «Deja que tu corazón aprenda a comunicar y a transmitir lo que siente, anhela y piensa. Además, a ti, padre de familia, recuerda que tus hijos te necesitan, te esperan, te aman. Ámalos intensamente».

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